Se intensifica la presión en el espolio de olivos milenarios en el Montsià.

Como os hemos contado en diversas ocasiones, uno de los problemas más dolorosos que padecemos actualmente en las Tierras del Ebro es el del denominado expolio de olivos. Consiste en la compra y arranque de árboles centenarios y milenarios de gran valor, que son trasladados a países lejanos donde, supuestamente, se convierten en adorno de los jardines y propiedades de personas e instituciones ricas.

Hace años que la plataforma «Salvem el Montsià» viene denunciando una situación que representa una pérdida irreparable para nuestro patrimonio paisajístico, medioambiental, económico y cultural. Es un patrimonio que, hasta ahora, se encuentra en nuestros campos y que, de un día para otro, desaparece. Si se marchan los olivos, también se pierde una parte de nuestra identidad.

Al inicio de 2019, el gobierno de la Generalitat se comprometió a proteger nuestros olivos, mediante nuevas leyes y normativas que prohibieran la extracción y comercio indiscriminado de estos árboles. Sin embargo, aún no ha habido tiempo material para promulgarlas.

En previsión de esta normativa más restrictiva, en las últimas semanas se ha intensificado la presión de quienes compran y arrancan olivos, para aprovechar el vacío legal en el que todavía nos encontramos. A primeros de abril, la prensa local denunciaba, por ejemplo, un nuevo expolio en la zona de la ermita de la Piedad, en Ulldecona.

Desde Ralda + Friends nos solidarizamos con la tarea de «Salvemos el Montsià» y seguimos ofreciendo esta plataforma como altavoz de la causa, sumándonos a la legítima petición de más legislaciones protectoras de este patrimonio que es también el de todos.

La preocupación también se extiende a Europa

Es gracias a la labor divulgativa de «Salvemos el Montsià» que cada vez más medios de comunicación de más países se hacen eco del problema. El pasado 11 de abril, el semanario alemán «Jungle World» detallaba en un artículo cómo funciona el tráfico de olivos milenarios: «En España, olivos centenarios están plantadas y enviadas por todo el mundo como bienes de lujo. La resistencia a este lucrativo negocio se está formando en el Montsià, Cataluña «, explicaba el periodista. Se puede consultar el artículo en este link.