IV Encuentro de Padrinos y Amigos. Así fue el reencuentro en Godall
El pasado domingo 13 de marzo, una veintena de amigos y padrinos de Ralda + Friends se citaron en Godall para celebrar su tradicional encuentro anual. Fue un grupo muy internacional con más de 20 personas de 5 nacionalidades con personas de origen argentino, peruano, sudafricano e italiano viviendo entre Ampolla, Barcelona, Tamarit, Salou y Terrassa. Tras dos años sin poder reunirse por culpa de la pandemia, al fin disfrutaron de la acogida y las galas propias del pueblo y de su Feria “Mil·lenària” del Aceite y el Espárrago con su nuevo formato en el medio del pueblo.
Desde las 10 de la mañana, el grupo fue llegando a casa de los Ralda, donde fue recibido con café y delicias como los Rotllets d’Anís (deliciosas rosquillas fritas), “carquinyols” o los “cócs de maçana” preparados por la Yaya Pili. Pierre y Lorena explicaron tanto el proyecto como la historia familiar, especialmente a los amigos más recientes. A continuación, una cata de nuestros aceites del Pack Trio sirvió de preludio a una visita guiada al Molino de Aceite de Godall. Allí descubrimos el cuidado proceso que sigue cada oliva, desde que se cosecha hasta que se convierte en aceite de la mejor calidad. En la instalación se presentaron las innovaciones y mejoras implantadas en los últimos años y que han llevado a la Cooperativa local a ser reconocida internacionalmente.
Cerca del mediodía, los amigos y amigas completaron un agradable paseo por el pueblo, que les llevó a visitar algunos de los enclaves más elevados de la zona, así como algunas de las atracciones y tenderetes de la Feria. Algunos aprovecharon para comprar excelentes productos tradicionales, y probar numerosas muestras de la gastronomía local, como las “borraines” o la tortilla de espárragos.
El almuerzo se celebró en el singular espacio “Temps de Terra”, en la vecina Amposta. Bañados de un sol muy agradable (había llovido los días anteriores y volvió a llover durante los posteriores), los amigos de Ralda & Friends degustaron una generosa calçotada, seguida de un espléndido menú campero en uno de los lugares más sorprendentes -y alegres- de les Terres de l’Ebre. Sentados a la mesa desfilaron guisos de cordero y caracoles, tortillas de espárragos y ensaladas, alcachofas y aperitivos, así como una variedad de carnes a la brasa. Productos todos de proximidad, regados con buenos vinos de la tierra y coronados por un postre de natillas. Sin duda, más allá de las visitas y la gastronomía, lo que quedará de esa jornada será la sensación de reencuentro de personas que gustan vivir experiencias genuinas y muy humanas.
Alfredo & Pierre RALDA